Los detectives privados han sido objeto de estudio tanto en las novelas de ficción como en las propias películas policiacas. Es divertido ver cómo los retratan en la gran pantalla o a través de las palabras, pero, ¿hasta qué punto eso que dicen es cierto o son mitos?
Hemos crecido con la idea de que un detective es todo aquel que investiga un crimen. La idea de que “todo el mundo” puede ejercer la profesión ya comienza siendo uno de los principales mitos creados por la industria cultural.
Los detectives privados, más allá de esa gabardina larga y ese cigarrillo en boca propio de Hollywood, son personas que han tenido que cursar una titulación universitaria o solicitar un permiso oficial mediante cursos para poder tener el derecho de ejercer la profesión.
En el caso de España, deben haber cursado estudios superiores y obtener una licencia específica (TIP) expedida por el cuerpo de la Policía Nacional y el Ministerio del Interior.
Estos pueden ser o íntegramente dedicados a su actividad desde un comienzo o bien, pueden haber formado parte de algún cuerpo policial y luego terminar su carrera ejerciendo la de detective privado.
Pero, ¿qué aborda un detective privado?
España regula el ejercicio de la profesión en su Ley 5/2014 del 4 de abril de Seguridad Privada. Aquí expresa lo que un investigador puede hacer en el ámbito nacional.
Actualmente, estos no pueden involucrarse en delitos públicos. Por lo que solo pueden centrar su esfuerzo en investigar actos de terceros. Es, por la ley, el único profesional que puede investigar de manera privada. Si no cuenta con el título oficial, es un delito de intrusismo profesional.
Por otro lado, hay que destacar que un detective privado puede sufrir sanciones por parte de las administraciones de justicia si comete algo ilegal o sobrepasa los límites de su profesión. No puede cometer nada ilegal ni actuar de forma libre.
Por tanto, las funciones de este tipo de investigador son:
- Obtener pruebas e información sobre conductas y hechos privados.
- Investigar delitos perseguibles a instancia de partes por terceros.
- Vigilancia en cualquier evento.
Es decir, cualquier empresa, sociedad, entidad o particular puede solicitar los servicios cuando se trate de:
- Una competencia desleal en el negocio.
- Duplicidad de trabajo o suplantación de identidad.
- Contra-espionaje industrial.
- Robos, hurtos.
- Control de personal en las empresas, bajas laborales, selección de personal.
- Divorcios o separaciones, pensiones, custodia de los hijos.
- Secuestros, intrusión en una secta, drogodependencia, etc.
Mitos más conocidos
La ficción a veces supera a la realidad. Cosas como que son solitarios y drogadictos, tienen un amor que los vuelve locos, son enemigos de la policía, van disfrazados o son solo hombres, son algunos de esos mitos creados que para nada se asemeja con la realidad.
Como hemos dicho antes, los detectives privados pueden venir perfectamente de un cuerpo de seguridad. Además, en los últimos años se ha hecho una colaboración entre policías y detectives para mejorar los servicios de investigación.
Otra de las mentiras propagadas por la pantalla es que son alcohólicos y drogadictos. Afirmación que a todo el sector no le sienta bien. Llevan una vida normal y compatible. Al igual que en otros ámbitos, la droga y el alcohol son para unos pocos.
Disfraces y hombres es el mayor de los mitos. Una de las leyes no escritas en la profesión es que tienen sospechas de que les estás haciendo un seguimiento, dejas de investigar. Por lo que, cero disfraces.
En cuanto a los hombres, es muy común que la primera imagen que se venga a la cabeza cuando dices “detective secreto” sea un hombre y no una mujer. Esto va poco a poco cambiando ya que las mujeres son el 30% de los detectives en España. Dato que se irá incrementando con los años.
Resumiendo…
Lo cierto es que parece tentador todo lo que dicen las novelas y películas sobre los investigadores. Pero eso no es la realidad y hay que hacer una distinción entre ambos mundos.
Si necesitas nuestros servicios, desde Verify Detectives estamos al servicio para cualquier consulta. Sin disfraces ni bebidas de por medio, un trabajo serio.